Ganarse una beca fuera del país es el sueño de muchos futuros bachilleres. En nuestro Colegio impulsamos sus deseos de lograr sus metas, esforzándose por alcanzarlas y, sobre todo, poniéndolas en las manos de Dios.
Gracias a la preparación integral que los niños y jóvenes reciben en las aulas de la institución, muchos de ellos han logrado cumplir ese sueño. Ejemplo de ello es la historia de Jonathan Cruz, ex alumno de la promoción 2016, quien logró ganar la Beca Walton: un programa que brinda la oportunidad a jóvenes salvadoreños para cursar estudios a nivel superior en Estados Unidos.
Recientemente, el ExBau estuvo de visita por el país y aprovechó la oportunidad para compartirnos sobre su experiencia en la Harding University, Arkansas, Estados Unidos, en donde cursa la carrera de Ingeniería Mecánica, actualmente.
CBSS: ¿Cómo se dio la oportunidad de aplicar a la beca Walton?
JC: Ya había escuchado desde pequeño sobre esta beca. Mi mamá siempre me orientaba en ese rumbo. Apliqué a becas en Japón, que no salieron, pero así era la voluntad de Dios. Hasta que llegó esta oportunidad.
Para poder aplicar, los requisitos fueron: haber obtenido 8.5, como promedio mínimo de los últimos tres años y un promedio de 8.5 mínimo, en la PAES. Yo obtuve un promedio de 8.5, pero en los exámenes que hicieron de la beca para aplicar a una carrera de Ingeniería (inglés y matemática) salí bastante bien.
CBSS: ¿Cómo vivió este proceso?
JC: Fue algo difícil, pues desde que apliqué sabía que iba a tener que dejar a mi familia, tenía que salir de mi zona de confort, pero fue la voluntad de Dios. Cuando ya entregué mis papeles para el proceso de entrevistas (son 2 rounds), pasé todos los exámenes y en las entrevistas tuve que hablar de mí mismo y de todas las experiencias que tuve en el colegio. Fue un proceso bastante selectivo, pues hubo más de 100 aplicantes ese año y solamente se otorgaron 9 becas para los Estados Unidos. Una de ellas fue la mía.
CBSS: Ahora que ya han pasado un par de años, ¿cuáles han sido los retos que le ha tocado enfrentar?
JC: El más grande ha sido mantenerme firme en mis convicciones y valores, que es lo que me enseñaron mis papás y el colegio. Cuando uno vive solo, todo es diferente. Uno es el responsable de lo que va a comer, de lo que va a lavar, entre otras cosas. Al inicio, fue difícil hacer el cambio y saber que ya no estaba bajo el cuidado de mis papás o de la vigilancia del colegio. Sin embargo, gracias a las bases que llevaba, hasta este momento sigo siendo el mismo que se fue hace dos años.
CBSS: Hablando del Colegio, ¿cómo sintió usted el apoyo que acá se le brindó, durante el proceso de selección?
JC: El apoyo fue súper grande. Me tocó pedir cartas de recomendación y constancia de buena conducta a mis profesores y a la directora. Gracias a Dios, siempre encontré puertas abiertas para ayudarme. Aún sigo en contacto con varios de mis profesores, que en cualquier caso me ayudan. Por ejemplo, señorita Claudia, con tomé una clase en línea, bajo su supervisión, pues necesitaba a un maestro que me estuviera controlando el examen. Ella me ayudó sin “peros”. Estoy muy agradecido con el Colegio, porque en todo el proceso ellos estuvieron a mi lado.
CBSS: ¿De qué manera le ha beneficiado todo lo que usted aprendió en la institución?
JC: Agradezco la responsabilidad que me inculcaron en el colegio. Por ejemplo, cuando tenía una gran cantidad de tareas, yo sabía que todas las tenía que cumplir. Estuve en el grupo de robótica, de teatro, natación, en el ministerio de alabanza; mantener todo eso, más la carga académica, era un gran trabajo. Gracias a toda esa carga, yo hoy soy capaz de tener varios proyectos en la Universidad y llevar buenas notas.
CBSS: Ahora que se acercan los últimos días para la promoción 2019, algún consejo que quisiera dar a los jóvenes.
JC: Nunca dejen de soñar, porque todo es posible.
Si ponen su mente en algo, por ejemplo en una beca para estudiar en otro país, sus acciones de verdad deben reflejar esos sueños, porque se tiene que hacer cierto grado de esfuerzo para alcanzar todo lo que queremos.
Y por último, pero no menos importante, pongan todo en las manos de Dios.
CBSS: ¿Qué se siente ser Ex alumno bautista?
JC: Es un sentimiento muy especial, pues toda mi vida estudié aquí en “El Bautista”: desde kínder 4 hasta bachillerato. Hoy se siente bonito regresar a la institución que por años fue mi segunda casa y en donde hice a la mayoría de mis amigos, con quienes todavía hablo.
CBSS: Para finalizar, ¿por qué recomendaría usted la educación del Colegio Bautista?JC: Porque es un lugar integral. No solo son exigentes con las notas y en lo académico; sino también son estrictos en el área espiritual e inculcan el amor por las artes. Acá es un lugar en donde se puede desarrollar como persona y puede crecer.